Agricultores enfrentan devastación total tras paso de la DANA
La DANA causa daños catastróficos en cultivos y estructuras en Valencia y Andalucía. Los agricultores claman apoyo para afrontar pérdidas incalculables.
La reciente DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) ha golpeado con gran intensidad a la Comunidad Valenciana y Andalucía, provocando inundaciones y daños materiales significativos, además de la trágica pérdida de vidas humanas. Las lluvias torrenciales han afectado severamente la agricultura, en especial los cultivos de cítricos, aguacate y hortalizas, destruyendo en algunos casos el 100% de las cosechas en áreas altamente afectadas.
Las asociaciones de agricultores, como COAG, señalan que los daños materiales son incalculables y que la recuperación llevará tiempo, ya que la continuidad de las lluvias sigue complicando el panorama para los agricultores. En la Comunidad Valenciana, las zonas más afectadas, como La Plana de Utiel y Hoya de Buñol, han visto la pérdida total de cultivos de caqui y olivo, mientras que en otras zonas, los árboles frutales aún conservan frutos dañados.
En Andalucía, la situación es similar con daños generalizados en los cultivos de cítricos, viñedos y aceitunas en provincias como Málaga y Cádiz. A pesar de las pérdidas, en ciertas zonas de Andalucía, como Córdoba y Jaén, las lluvias han beneficiado algunos cultivos, especialmente los olivos, gracias al incremento en los niveles de agua en pantanos. Sin embargo, en otras regiones como Almería, la destrucción de invernaderos y cultivos ha generado pérdidas millonarias, dificultando la recuperación de los agricultores en medio de un panorama económico adverso.
Las organizaciones agrarias, como UPA y COAG, han subrayado la relación de estos eventos extremos con el cambio climático, y destacan la necesidad urgente de medidas de apoyo. UPA enfatiza que el sistema de seguros agrarios debe adaptarse a la nueva realidad climática, donde eventos como la DANA son cada vez más frecuentes. Se plantea la posibilidad de un fondo extraordinario de la Unión Europea para apoyar a los agricultores ante las catástrofes climáticas, aludiendo a que estos problemas trascienden el ámbito local y afectan la seguridad alimentaria global.
La DANA ha desnudodo la vulnerabilidad de la agricultura española frente al cambio climático, generando pérdidas humanas y materiales irreparables. Las asociaciones agrícolas han solicitado la declaración de zona catastrófica en las áreas más afectadas y el apoyo gubernamental, mientras abogan por un sistema de seguro agrario adaptado a eventos climáticos extremos.