La importancia de la agricultura orgánica para el planeta
El movimiento de la agricultura orgánica promueve sistemas de alimentación saludables para el consumo humano.
La agricultura durante años se ha caracterizado por tener un objetivo industrial, basándose en procesos que requieren productos sintéticos para aumentar el rendimiento de las cosechas, generando de esta manera graves problemas de contaminación ambiental hasta la actualidad.
Como respuesta a ello, hoy en día el sector agrícola cada vez se está inclinando más hacia prácticas sostenibles, siendo la agricultura orgánica una de ellas. Con este tipo de agricultura, se prioriza el cuidado de los recursos naturales y se busca mitigar la contaminación del planeta, a través de la producción de alimentos libres de agroquímicos.
Algunos de los objetivos de la agricultura orgánica son: aumentar la diversidad del ecosistema e incrementar la actividad biológica y fertilidad del suelo a través del uso de fertilizantes naturales, reutilizar los desechos orgánicos de origen vegetal y animal con el fin de regresar los nutrientes a la tierra, promover un uso saludable del aire y agua durante las prácticas agrícolas, y conservar la integridad orgánica y cualidades de los productos durante todas las etapas del proceso.
En la agricultura orgánica, la propia naturaleza es la que se encarga de incrementar el rendimiento y la resistencia de los cultivos, reduciendo así la necesidad de aportes externos como abonos, fertilizantes, plaguicidas químicos u otros productos sintéticos, lo que ayuda a reducir la contaminación.
En definitiva, el movimiento de la agricultura orgánica promueve sistemas de alimentación saludables para el consumo humano, a la vez que sirve de inspiración para impulsar cambios necesarios en el sector agrícola, que apunten a generar productos de calidad sin dañar nuestro planeta.
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