Pesca sostenible: clave para el futuro de los océanos y la economía

El sector pesquero ha experimentado un notable crecimiento en el primer semestre del año, registrando un aumento del 45.02%, impulsado principalmente por la extracción de anchoveta, según informó el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Este crecimiento ha sido acompañado por un esfuerzo cada vez más enfocado en la sostenibilidad, clave para asegurar la continuidad de las especies y la salud de los ecosistemas marinos.

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) destaca la importancia de la pesca para la seguridad alimentaria global, con un consumo que supera los 100 millones de toneladas anuales de pescado. Además, la pesca y la acuicultura proporcionan empleo directo a 58.5 millones de personas, lo que resalta su relevancia no solo a nivel ambiental, sino también socioeconómico. Sin embargo, para garantizar su futuro, la actividad pesquera debe realizarse de manera responsable.

El cuidado de los océanos y la preservación de sus recursos se han convertido en una prioridad. La sobreexplotación de muchas especies ha llevado a la degradación de ecosistemas marinos y pone en riesgo la disponibilidad de recursos para las generaciones futuras. Afortunadamente, en Perú, el panorama es alentador en lo que respeta a la pesca industrial, particularmente en el caso de la anchoveta.  Según Sergio Larraín, Gerente General de Pesquera Caral, la industria pesquera está comprometida con las normativas y certificaciones que aseguran la sostenibilidad del gobierno, en conjunto con el gobierno.

Este compromiso es esencial no solo para la conservación de los recursos marinos, sino también para la estabilidad económica de miles de familias que dependen de la pesca. De hecho, en Perú, el sector pesquero representa el 2.3% de la Población Económicamente Activa (PEA), contribuyendo de manera significativa al desarrollo del país.

Cuatro razones para apoyar la pesca sostenible

• Protección de la biodiversidad y continuidad de las especies: las regulaciones y certificaciones en el sector pesquero peruano aseguran que las especies marinas puedan regenerarse de manera adecuada, manteniendo una biomasa saludable y permitiendo que las generaciones futuras también puedan beneficiarse de estos recursos.
• Seguridad alimentaria global: con más de 100 millones de toneladas de pescado consumidas cada año, la pesca y la acuicultura son esenciales para combatir el hambre y garantizar una fuente de proteínas para millones de personas en todo el mundo.
• Equilibrio de los ecosistemas: la pesca sostenible respeta los ciclos de vida de las especies y evita la captura excesiva de aquellas en peligro. Además, promueve la biodiversidad al utilizar métodos selectivos y menos invasivos, preservando los ecosistemas marinos.
• Beneficios económicos y ambientales: al aprovechar los recursos de manera eficiente y responsable, la pesca sostenible minimiza el desperdicio y los impactos negativos en el medio ambiente. Esto, a su vez, genera empleo y fortalece la economía local, contribuyendo al bienestar de las comunidades pesqueras.

La pesca sostenible es más que una necesidad ambiental: es una estrategia clave para asegurar el bienestar económico y social de millones de personas en todo el mundo. La colaboración entre el gobierno, las empresas y las comunidades pesqueras es fundamental para mantener este equilibrio. Apostar por la pesca responsable garantiza no solo la salud de nuestros océanos, sino también un futuro próspero y sostenible para todos.