Carne 3D: la tecnología alimentaria del futuro desembarca en España
La impresión 3D de alimentos permite la producción de hasta 1,000 toneladas de bacon 100% vegetal al año, abriendo nuevas posibilidades para una alimentación sostenible.
La tecnología de impresión 3D aplicada a los alimentos, un concepto que hasta hace poco parecía reservado para la ciencia ficción, está cada vez más cerca de transformar la industria alimentaria en España y el mundo. Gracias a innovaciones recientes, ya es posible crear productos cárnicos sin necesidad de sacrificar animales, personalizando además su composición para controlar la cantidad de proteínas, grasas y otros nutrientes. Este avance no solo responde a la creciente demanda global de alimentos, sino que también apunta a reducir el impacto ambiental de la ganadería y mejorar la seguridad alimentaria.
Empresas como Foody’s y Cocuus lideran este cambio en el país, habiendo lanzado recientemente el primer bacon 100% vegetal impreso en 3D, que ya se puede encontrar en los supermercados Carrefour por 3.49 euros la bandeja. Gonzalo Agorreta, CEO de Foody’s, destaca que esta tecnología permitirá producir hasta 1,000 toneladas anuales de bacon vegetal, equivalente a la producción que requeriría el sacrificio de 35,000 cerdos en el sistema ganadero convencional. Lucas Irisarri, director de marketing de la empresa, resalta que en solo cinco minutos, esta tecnología puede producir lo que dos cerdos generarían durante toda su vida.
La impresión 3D de carne no solo ofrece una opción más ética y sostenible, sino también eficiente, ya que permite optimizar los recursos necesarios para producir alimentos. En lugar de dedicar grandes extensiones de tierra, agua y tiempo a la cría de animales, esta tecnología reduce significativamente el consumo de recursos y la emisión de gases de efecto invernadero, factores que contribuyen al cambio climático. Esto se traduce en una alternativa más responsable para el planeta y más segura para los consumidores, ya que los productos elaborados en entornos controlados disminuyen los riesgos de contaminación y enfermedades transmitidas por alimentos.
Además, la carne 3D tiene el potencial de adaptarse a diferentes gustos y culturas, abriendo el camino para nuevos productos que podrían tener una gran demanda a nivel internacional. Cocuus, por ejemplo, ya planifica la producción de atún, salmón y gambas vegetales, con la vista puesta en el mercado asiático, donde este tipo de alimentos presenta una gran aceptación.
Este tipo de innovación representa una de las soluciones más prometedoras ante el desafío de alimentar a una población en crecimiento, en un contexto donde los recursos naturales se vuelven cada vez más limitados. La biotecnología detrás de la carne 3D permite que se impriman capas de células animales cultivadas, replicando la textura y sabor de la carne tradicional sin los costos ambientales de la ganadería intensiva.
Aunque todavía enfrenta retos, como la necesidad de hacer más accesible su precio, la impresión 3D de carne avanza rápidamente y se perfila como un hito clave para la alimentación del futuro. Con cada innovación, este sector nos acerca un paso más hacia un sistema alimentario más respetuoso con el planeta y accesible para todos, abriendo una nueva era en la producción de alimentos sostenibles.
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