Calor extremo en EE. UU. eleva costos agrícolas y de producción

Mientras Estados Unidos comienza a ver una desaceleración en la inflación, un nuevo desafío amenaza con agravar la situación económica: las intensas olas de calor que rompen récords. Estas temperaturas extremas no solo están batiendo récords históricos, sino que también están generando impactos económicos inesperados, especialmente en la producción agrícola y los costos de vida.

El calor extremo ha provocado un aumento en las facturas de electricidad y está comenzando a afectar los precios de frutas y verduras. Aunque el Índice de Precios al Consumo (IPC) mostró una disminución del 1% en junio, se prevé que esta tendencia cambie debido a los efectos adversos del calor en la producción agrícola. Los productores enfrentan desafíos significativos para mantener sus rendimientos en medio de estas condiciones extremas.

Con temperaturas que superan los 37 °C, la cantidad de frutas afectadas por el calor ha aumentado, reduciendo así el volumen cosechable. Esta situación ha tenido un impacto considerable en los ingresos de los agricultores.

A pesar de que los contratos previos con minoristas como Whole Foods y Trader Joe's pueden mitigar un aumento inmediato en los precios de frutas de temporada, las perspectivas a largo plazo son preocupantes. Los episodios recurrentes de calor extremo podrían desestabilizar la oferta y demanda, lo que llevaría a una subida de precios a futuro.

Un estudio reciente revela que incluso un aumento modesto en las temperaturas puede reducir significativamente el rendimiento de cultivos valiosos como las fresas. Esta investigación, que busca proporcionar mejores predicciones de precios, destaca la creciente necesidad de estrategias de adaptación efectivas para mitigar los efectos del cambio climático en la agricultura.

La adaptación a estos cambios está imponiendo una presión financiera adicional sobre los agricultores. Los costos para implementar medidas como sistemas de riego mejorados están aumentando, y los productores de cultivos orgánicos se encuentran en desventaja frente a los convencionales.