La pituca: el tubérculo amazónico que conquista paladares y empodera agricultores

La pituca, un tubérculo silvestre de la selva peruana, ha sido subestimado durante mucho tiempo, considerado casi como una mala hierba. Sin embargo, Miguel Ángel García Cisneros, un joven investigador, ha demostrado su potencial culinario y valor nutricional, buscando impulsar su producción y empoderar a los agricultores locales.

García, criado en la región andina de Ayacucho, comparte su experiencia de haber crecido consumiendo pituca en reemplazo de la papa. Su conexión con este tubérculo lo llevó a realizar investigaciones en la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga, donde demostró que la pituca es rica en proteínas, calcio, hierro y vitamina C, contribuyendo a la soberanía alimentaria.

Además de sus propiedades nutricionales, las investigaciones en laboratorio han llevado a la creación de productos como pan francés y pan andino, sustituyendo la harina de trigo con resultados prometedores. Se exploran nuevas posibilidades, como la elaboración de pasta sin gluten y apta para celíacos, maximizando así el valor agregado de la pituca.

La visión de García va más allá de la producción; busca empoderar a los agricultores, especialmente a las mujeres en la región del Vraem. Capacitando a asociaciones y proporcionando información detallada sobre la producción de pituca, pretende abrir oportunidades para la masificación de la exportación, no solo a nivel nacional sino también internacional.

El joven investigador destaca la adaptabilidad de la pituca a diversas condiciones climáticas, abriendo oportunidades de cultivo más allá de la selva. Con rendimientos positivos en regiones de la sierra, García vislumbra un futuro donde los agricultores peruanos podrían exportar este tubérculo a mercados asiáticos, europeos y estadounidenses.

La pituca, antes considerada una mala hierba, emerge como un tesoro culinario y nutricional. Su visión de empoderar a los agricultores, especialmente a las mujeres, y su capacidad para adaptarse a diferentes condiciones climáticas, posicionan a la pituca como un producto con potencial internacional. Este tubérculo no solo conquista paladares, sino que también abre nuevas oportunidades para la agricultura peruana en los mercados globales.