Los gastos hormiga y vampiro son los enemigos de la economía individual
Estos gastos ocurren en el día a día, y por ende no lo notamos como algo grave para nuestra economía.
Si te gusta cumplir esos antojitos que están demás o te olvidas de desenchufar los aparatos electrónicos por prolongado tiempo, te invito a que te quedes a leer esta nota que te ayudará a identificar por qué tus gastos están siendo excesivos.
Vamos a identificar y definir cuáles son esos gastos silenciosos perjudiciales para tus finanzas personales. Por un lado están los “gastos hormiga”, que son los denominados antojitos de último momento. Por otro lado, los “gastos vampiro” están relacionados con el consumo de servicios básicos como agua, luz o teléfono.
En otras palabras, el desayuno que se compra en la calle por haberlo olvidado tomarlo en casa, o las golosinas que provoca comer algunos días son parte de los “gastos hormiga”. Así como cuando dejamos conectado el cargador del celular o dejamos que fluya el agua cuando no la necesitamos, son acciones que complementan los “gastos vampiros”.
Estos gatos ocurren en el día a día, y por ende no lo notamos como algo grave para nuestra economía. Sin embargo, cuando llega la fecha de cuadrar cuentas nos damos con la sorpresa que estos pequeños y silenciosos gastos han modificado y afectado nuestro presupuesto estimado.
En tal sentido, la educación financiera es la clave para mejorar nuestra economía tanto personal como familiar. Y lo mejor es que la podemos adquirir a través de diversos cursos online o videos tutoriales que abundan en Internet.
Con estas lecciones, aprenderás a priorizar tus gastos y armar presupuestos mensuales más óptimos. Asimismo, aplicar la cultura del ahorro es importante, ya que te permite tener un respaldo financiero ante cualquier caso de emergencia.
Como vemos, suena lógico tomar conciencia de los gastos que tenemos por más mínimos que sean, pues al no hacerlo podemos llegar a tener gastos innecesarios o endeudarnos y, por ende, no tener una economía estable que nos permita gozar de una buena calidad de vida.