Abejas frenan invasiones de elefantes en cultivos de Kenia
La apicultura se convierte en una solución innovadora para la convivencia entre humanos y fauna en Tsavo.
Kenia ha encontrado una solución inusual pero efectiva para un antiguo conflicto entre elefantes y humanos. En las zonas rurales cercanas al Parque Nacional de Tsavo, los agricultores están utilizando abejas africanas para proteger sus cultivos y hogares de la invasión de estos gigantescos animales. Las colmenas, instaladas estratégicamente, no solo protegen los campos, sino que también promueven la apicultura como una fuente de ingresos complementaria para los pobladores.
El aumento de la población de elefantes en Tsavo, que ha crecido en un 300% desde la década de 1990, ha generado una creciente tensión entre los animales y las comunidades agrícolas. Con un peso promedio de 8 toneladas, los elefantes son capaces de devastar cultivos enteros en busca de alimento, lo que pone en peligro el sustento de los agricultores locales.
Charity Mwangome, una agricultora de la región, comparte que, antes de la instalación de las colmenas, los temores de perder sus cultivos por culpa de los elefantes eran constantes. “Las cercas de colmenas vinieron a nuestro rescate. Solíamos odiar mucho a los elefantes, pero ahora sabemos cómo protegernos”, comentó Mwangome.
La organización Save the Elephants ha jugado un papel crucial en la promoción de este sistema, capacitando a los agricultores en el arte de la apicultura. A pesar de que iniciar un proyecto de apicultura requiere una inversión considerable, alrededor de 1,000 dólares, el esfuerzo ha valido la pena. Los beneficios no solo se traducen en la seguridad de los cultivos, sino también en la producción de miel, un producto que es capaz de generar ingresos adicionales y cubrir necesidades como la escolarización de los hijos de los agricultores.
Además de la protección de cultivos, las abejas desempeñan un papel esencial en disuadir a los elefantes. El zumbido de hasta 70.000 abejas es suficiente para asustar a estos animales, que evitan las áreas donde están instaladas las colmenas. En caso de que los elefantes se acerquen demasiado, el movimiento de los cables que sostienen las colmenas provoca una reacción enérgica de las abejas, que se convierte en una especie de "alarma natural".
El modelo de apicultura como herramienta de conservación se ha implementado exitosamente también en Zambia y Malawi, donde se ha utilizado alrededor de áreas protegidas para disuadir tanto a elefantes como a cazadores furtivos. En estas regiones, el uso de las colmenas también ha mejorado las condiciones económicas de las comunidades, que ahora pueden beneficiarse de la miel y otros productos derivados de la apicultura.
Save the Elephants, en su misión de proteger a los elefantes y mejorar la convivencia con las comunidades humanas, ha logrado instalar más de 49 colmenas en Kenia, con el objetivo de expandir este sistema a otras áreas rurales. Esta innovadora estrategia no solo ha reducido los daños a los cultivos, sino que también ha favorecido el desarrollo sostenible en zonas donde la agricultura y la fauna silvestre solían estar en conflicto directo.
El proyecto ha demostrado ser un ejemplo de cómo las soluciones creativas pueden abordar problemas complejos de conservación y desarrollo rural, y abre el camino para futuros modelos que integren el bienestar animal y humano de manera armónica.