El cambio climático está afectando nuestra alimentación

En el complejo entramado de acciones y reacciones que componen la vida en nuestro planeta, el cambio climático se ha convertido en una amenaza que no solo pone en riesgo la vida y hogares de millones de personas en todo el mundo, sino que también podría alterar la forma en la que nos alimentamos. Estos son algunos alimentos que se verán fuertemente afectados por el cambio climático:

• Café. En Tanzania, donde la industria cafetera sustenta a 2,4 millones de personas, cada grado que aumenta las temperaturas mínimas resulta en una reducción de más de 135 kilos por hectárea en la producción. Expertos estiman que las cosechas han disminuido a la mitad en los últimos 60 años debido al calentamiento global. Esto representa una seria amenaza para los 120 millones de personas que dependen de esta industria para subsistir. Además, los consumidores también permanecerán las consecuencias en términos de calidad y, sobre todo, en el precio a la hora de disfrutar de una taza de café.

• Chocolate. En este caso el problema no es la temperatura, sino la humedad, o más bien la falta de ella. El árbol del cacao, del que proviene el chocolate, necesita crecer en lugares con temperaturas uniformes durante todo el año y alta humedad. Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), se espera un aumento de la temperatura en las zonas de cultivo del cacao en África, lo que conlleva una mayor evaporación del agua en los suelos y las plantas. Países como Costa de Marfil, Ghana e Indonesia, principales productores de cacao se verán significativamente afectados por este cambio, lo que podría comprometer la producción y calidad del chocolate que tanto disfrutamos.

• Pescados y mariscos. Uno de los efectos más notorios para la mayoría del cambio climático es la acidificación de los océanos. Debido a que, por la deforestación de los bosques, no se logra procesar correctamente las grandes cantidades de dióxido que emitimos y el mar absorbe. En estos océanos más ácidos, las langostas, los cangrejos, ostras, almejas, entre muchos otros animales acuáticos, lo tienen más difícil para producir las conchas calcáreas que necesitan para sobrevivir. Por lo que se prevé que las especies más codiciadas, serán las que primero desaparezcan.

El cambio climático está dejando su huella en la forma en que producimos y disfrutamos nuestros alimentos. Es evidente que debemos tomar medidas urgentes para abordar esta crisis global. La concientización, la acción coordinada a nivel internacional y la implementación de prácticas sostenibles son fundamentales para garantizar la seguridad alimentaria y proteger nuestro medio ambiente.