Agricultura vertical, una opción ante la problemática de la escasez de agua
Las granjas verticales pueden consumir hasta un 98% menos de agua en comparación con la agricultura convencional.
La administración adecuada del agua en la agricultura emerge como un asunto de extrema relevancia, dado que figura entre las actividades que mayormente hacen uso de este recurso natural. El progreso y el florecimiento de los cultivos dependen mucho del agua, y su regulación apropiada adquiere un papel fundamental en salvaguardar la seguridad alimentaria y el progreso sustentable.
Una publicación reciente del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) desglosa que el agua abarca el 71% del globo terrestre, pero únicamente el 3% resulta adecuado para el consumo humano y la agricultura. De manera alarmante, su uso incrementa a una tasa dos veces mayor que la tasa demográfica. Si nuestros hábitos perduran, la demanda global de agua podría elevarse un 50% antes de 2030.
Ante el panorama de un agua cada vez más escasa y preciada, la innovación agrícola se presenta como una herramienta para reducir el gasto de agua. Tecnologías como los sensores remotos, la inteligencia artificial y el aprendizaje automático pueden desempeñar un papel crucial
En los sistemas agrícolas verticales avanzados, el agua se administra en dosis precisas, minimizando el daño y optimizando la productividad, tanto a nivel individual como sistémico. Esto se logra mediante la recirculación y el tratamiento del agua rica en nutrientes, junto con la captación del agua que de otro modo se perdería debido a la transpiración.
Filtros, tratamiento con luz ultravioleta y sistemas complejos de recirculación y tratamiento se adaptan a las necesidades específicas de cada planta, tal como un plan de tratamiento médico se adaptaría a las condiciones y requisitos particulares de un paciente.
El ahorro hídrico puede ser notable. En general, las granjas verticales pueden consumir hasta un 98% menos de agua en comparación con la agricultura convencional, algo inalcanzable mediante los métodos tradicionales. Incluso los invernaderos de alta tecnología enfrentan limitaciones en cuanto a la diversidad de las condiciones de cultivo debido a su mayor exposición a los elementos exteriores.