
Banco de Alimentos Perú: 11 años rescatando alimentos y llevando esperanza a quienes más lo necesitan
La organización reafirma su rol clave en la lucha contra el hambre y el desperdicio alimentario en su onceavo aniversario

Con más del 50% de los peruanos enfrentando alguna forma de inseguridad alimentaria, el Banco de Alimentos Perú (BAP) cumple 11 años de compromiso continuo con el bienestar de las poblaciones más vulnerables. Esta organización sin fines de lucro ha sido pionera en el rescate de alimentos y productos que, aunque han perdido valor comercial, aún pueden ser consumidos por quienes más los necesitan.
Desde su nacimiento en 2014, el BAP ha sido reconocido internacionalmente por el Global Food Banking Network, logrando recuperar más de 60 millones de kilos de alimentos y productos. Esta enorme cantidad ha sido distribuida entre más de un millón de beneficiarios a través de comedores, ollas comunes, albergues, colegios, y otras comunidades necesitadas a lo largo y ancho del país.
La institución no solo rescata alimentos, sino que también ha creado e implementado iniciativas con impacto social y ambiental que buscan erradicar la pobreza y fortalecer la seguridad alimentaria de miles de familias. Estas acciones están alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y promueven un cambio estructural en la manera en que se gestionan los recursos.
Mediante alianzas con supermercados, empresas de diversos sectores y productores del rubro agrícola, el BAP canaliza excedentes alimentarios hacia personas en situación de vulnerabilidad. “Cada kilo de comida que recuperamos es una oportunidad para transformar vidas. Nuestro propósito es seguir trabajando con un enfoque sostenible, donde la solidaridad y la eficiencia se unan para generar un impacto real en la sociedad”, expresó Leslie Pierce, presidente del directorio del BAP.
En el último año, la organización distribuyó más de 10 millones de kilos de alimentos, lo que se traduce en aproximadamente 40 millones de raciones para 250,000 personas. Este modelo de operación no solo minimiza el desperdicio de productos aptos para el consumo, sino que también fortalece una cultura de responsabilidad y solidaridad en la sociedad peruana.
El BAP también desarrolla campañas educativas y proyectos que promueven una gestión responsable de los alimentos, fomentando prácticas sostenibles que buscan combatir el hambre desde múltiples ángulos. A través de estas acciones, continúa generando soluciones de largo plazo que impactan positivamente en miles de familias.
“El problema del hambre no es solo una cuestión de escasez, sino también de distribución. Con el apoyo de nuestros aliados y donantes, estamos demostrando que es posible cambiar esta realidad”, afirmó Daniela Osores, gerente general del BAP.
Con motivo de su aniversario, el Banco de Alimentos Perú invita a personas y empresas a sumarse a esta cruzada solidaria a través de donaciones periódicas o participación en actividades de voluntariado. Para colaborar, se puede ingresar fácilmente a: https://bancodealimentosperu.org/donaciones
Además, extienden la invitación a más empresas que deseen sumarse a su misión escribiendo al correo contacto@bancodealimentosperu.org.
Como parte de las celebraciones por este hito, la organización ha anunciado el festival “Voces por la Alimentación”, que se llevará a cabo el sábado 9 de agosto en Arena 1, San Miguel.
Las entradas están disponibles en Ticketmaster.
Este evento contará con artistas como los Hermanos Yaipen, Son Tentación, Danni Úbeda, Río, y Combinación de La Habana. El objetivo: recaudar fondos para entregar un millón de raciones alimentarias a familias que enfrentan inseguridad alimentaria.
Sobre el Banco de Alimentos Perú
El Banco de Alimentos Perú (BAP) es una organización privada sin fines de lucro fundada en 2014. Su misión es combatir el hambre y reducir el desperdicio de alimentos en 19 regiones del país. Para lograrlo, rescatan productos aptos para el consumo humano que han perdido valor comercial, y los redistribuyen de manera eficiente y sostenible a comunidades vulnerables como comedores populares, ollas comunes, albergues, asilos, escuelas y asentamientos humanos en todo el Perú.
