Desparasitación en la ganadería: claves para un manejo eficiente
A menudo se desparasita periódicamente, pero una desparasitación precisa es más efectiva identificando qué tipo de parasito se aloja en el ganado.
Aunque la mayoría de los ganaderos afirman llevar a cabo el proceso de desparasitación de manera adecuada en sus predios, existen numerosos errores que pueden evitarse mediante un manejo más eficiente. A menudo se suele desparasitar periódicamente al ganado, sin embargo, identificar en qué momento y que tipo de parásitos tiene el animal suele ser más efectivo para llevar a cabo una desparasitación más precisa.
El proceso se divide en varios pasos fundamentales:
Identificación del tipo de parásito: Se debe realizar primero una evaluación de los parásitos presentes en el ganado a través de pruebas de campo. Con base en esta información, se selecciona el desparasitante adecuado, la dosis y la vía de administración. La colaboración con un médico veterinario de confianza en la finca es esencial para llevar a cabo este proceso de manera efectiva.
Elección del desparasitante: Con la ayuda y orientación profesional veterinaria, el ganadero puede tomar la decisión sobre qué medicamento utilizar, calculando en los resultados de las pruebas previas.
Adquisición del producto: Es crucial calcular y adquirir la cantidad necesaria de desparasitante para evitar sobrantes o deficiencias. Esto es importante para mantener un equilibrio entre la inversión y la salud del ganado.
Aplicación: Antes de administrar el desparasitante, es esencial pesar al ganado, aunque esta tarea pueda ser desafiante con un gran número de cabezas. Este paso garantiza que se administre la cantidad correcta de producto en función del peso de cada animal.
Verificación de la carga parasitaria: Finalmente, se verifica la eficacia del proceso de desparasitación mediante muestras que se comparan con las pruebas iniciales. Esto permite determinar si se ha eliminado eficazmente el parásito problemático.
De esta manera, se puede mejorar significativamente la eficacia de su programa de desparasitación y evitar problemas como la resistencia parasitaria. La orientación de un profesional veterinario juega un papel fundamental en este proceso, garantizando un enfoque más preciso y eficiente.