¿Qué países consumen más frutas y verduras?
Aproximadamente un 86% de mexicanos y argentinos incluyen estas categorías alimenticias en sus rutinas dietéticas.
En la lucha por mantener una vida saludable, la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sigue resonando fuertemente: adultos y niños mayores de diez años deben incluir en su dieta al menos 400 gramos diarios de frutas y verduras, equivalente a cinco porciones de 80 g cada una.
Este consejo no solo se considera esencial para prevenir enfermedades crónicas, incluyendo problemas cardiovasculares, cáncer, diabetes tipo 2 y la obesidad, sino también como un paso hacia el bienestar. En el caso de los niños de dos a cinco años, el umbral es de al menos 250 gramos al día, mientras que para aquellos de seis a nueve años, se recomiendan al menos 350 gramos.
Dentro del marco de la macroencuesta Statista Consumer Insights, los participantes no fueron interrogados directamente acerca de la cantidad exacta de frutas y verduras que incorporan en su dieta diaria. En cambio, se les planteó la cuestión de si consumen estas categorías alimenticias con regularidad. Las respuestas brindadas arrojaron interesantes conclusiones en torno a los hábitos de consumo en diferentes grupos demográficos y países.
Por ejemplo, se puede apreciar que aproximadamente un 86% de mexicanos y argentinos afirmaron que incluyen estas categorías alimenticias en sus rutinas dietéticas de manera consistente. Siguiendo la línea de la dieta mediterránea, que destaca por su alto consumo de frutas y verduras, cerca del 80% de los encuestados en España e Italia se sumaron a esta afirmación.
Sin embargo, al dirigir la mirada hacia otros territorios, se observa un panorama menos homogéneo. En Estados Unidos, aproximadamente dos tercios de la población incorpora frutas y verduras de forma habitual en su alimentación. Mientras tanto, en los países asiáticos de China y Japón, este porcentaje disminuye incluso más, llegando al 60% o menos. Esta tendencia puede estar influenciada por varios factores, incluyendo las preferencias culturales y los costos asociados con la compra de estos alimentos.
La importancia de una dieta rica en frutas y verduras como herramienta preventiva ante enfermedades crónicas es un mensaje que ha calado en la sociedad global. No obstante, las estadísticas revelan que, si bien muchos adoptan este consejo en su vida cotidiana, los hábitos varían según las naciones y sus particularidades.