Crisis hídrica amenaza agricultura en Brasil
La región agrícola de Matopiba, Brasil, enfrenta una crisis hídrica que podría comprometer su sostenibilidad debido a la sobreexplotación y el cambio climático.
Matopiba, la región agrícola más pujante de Brasil, enfrenta un futuro incierto debido a la creciente presión sobre sus recursos hídricos. Con un incremento del 92 % en la producción de granos en la última década y proyecciones de un crecimiento adicional del 37 % para 2034, esta zona, que abarca partes de Maranhão, Tocantins, Piauí y Bahía, se ha convertido en un pilar del agronegocio brasileño. Sin embargo, la sostenibilidad de esta expansión está en duda debido a la escasez de agua y la sobreexplotación de fuentes clave como el acuífero Urucuia y la cuenca del río Grande.
Según un estudio del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (Inpe), la demanda de agua para riego podría superar la capacidad de la región entre 2025 y 2040, poniendo en riesgo hasta el 40% de los cultivos. Este problema se agrava con la deforestación y el cambio climático, que han alterado el ciclo hidrológico del Cerrado, reduciendo la disponibilidad de agua superficial y subterránea. Actualmente, más del 90 % del agua extraída en la cuenca del río Grande se destina a la irrigación, lo que subraya la urgencia de gestionar mejor este recurso.
Los investigadores advierten que el continuo aumento de la demanda de agua, estimada en un 40% adicional para 2040, podría llevar al estancamiento del crecimiento agrícola en Matopiba. Para contrarrestar esta amenaza, proponemos revisar las licencias de uso del agua, regular los pozos clandestinos y promover tecnologías de riego más eficientes. Además, sugiere una conexión con la red eléctrica nacional para optimizar el suministro energético necesario para el riego.
El crecimiento agrícola de Matopiba ha sido espectacular, liderado por cultivos como soja, maíz y algodón, especialmente en Bahía. Sin embargo, el éxito del sector depende de un manejo adecuado de los recursos naturales. Las recientes sequías severas y récords de incendios en el Cerrado han complicado aún más el panorama, afectando directamente la productividad y aumentando las emisiones de gases de efecto invernadero.
Matopiba enfrenta un punto crítico: su éxito como motor agrícola de Brasil dependerá de la adopción de medidas inmediatas para garantizar el uso racional del agua y la sostenibilidad de su modelo productivo. La implementación de políticas públicas efectivas será clave para asegurar el futuro del agronegocio en esta región estratégica.