Sistemas de riego sostenibles para un futuro más verde

En la actualidad, la necesidad de optimizar el uso del agua en la agricultura es más crítica que nunca. Proyecciones indican que para 2025, una de cada cuatro personas podría enfrentar escasez extrema de agua. En respuesta a esta crisis inminente, expertos están promoviendo sistemas de riego más eficientes que no solo conservan agua, sino que también minimizan el impacto ambiental.

Riego por goteo

Uno de los métodos más prometedores es el riego por goteo, también conocido como riego de precisión. Esta tecnología suministra agua directamente a las raíces de las plantas en cantidades exactas, lo que puede reducir el consumo de agua hasta en un 90% en comparación con los sistemas tradicionales. Este enfoque es aclamado por su sostenibilidad y eficiencia, alineándose con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 y respaldado por la FAO.

Riego por microaspersión

Otro sistema innovador es el riego por microaspersión, que funciona de manera similar al riego por goteo, pero en un rango más amplio. En lugar de gotas individuales, la microaspersión dispersa agua en pequeñas gotas finas sobre un área mayor. Este método es ideal para cultivos que requieren una cobertura más uniforme y puede reducir significativamente la evaporación y el escurrimiento. Al igual que el riego por goteo, la microaspersión mejora la eficiencia del uso del agua y se adapta bien a diversos tipos de suelo y cultivos.

Riego subterráneo

Además, el riego subterráneo es una alternativa prometedora para la agricultura sostenible. Este sistema implica la instalación de tuberías por debajo de la superficie del suelo, permitiendo que el agua se filtre directamente a las raíces de las plantas. El riego subterráneo minimiza la evaporación y el escurrimiento superficial, y puede ser particularmente eficaz en regiones áridas. Aunque su instalación es más compleja y costosa, su eficiencia en el uso del agua y su bajo impacto ambiental lo convierten en una opción valiosa para el futuro de la agricultura.

Los métodos tradicionales de riego, como la aspersión y el riego por gravedad, siguen siendo comunes, pero son menos eficientes. La aspersión, aunque mejor que el riego por gravedad, presenta una eficiencia del 50% al 70%, mientras que los sistemas de riego por gravedad tienen una eficiencia de solo el 40%. En contraste, el riego por goteo, la microaspersión y el riego subterráneo representan avances significativos hacia una gestión más eficaz y ecológica del agua.

La transición hacia métodos de riego más sostenibles no solo es una respuesta a la creciente demanda de agua, sino también una oportunidad para reducir el impacto ambiental de la agricultura.