¿Cómo afectan los agroquímicos la salud y el medio ambiente?
El uso indiscriminado de pesticidas aumenta las enfermedades en los agricultores y contamina suelos, agua y aire, afectando la biodiversidad y la salud pública global.
La producción de alimentos es fundamental para cualquier sociedad, no solo como base de la vida, sino también como transmisora de conocimientos esenciales sobre el cultivo y el cuidado del suelo. Durante generaciones, los pequeños agricultores desempeñaron un papel clave en esta labor. Sin embargo, en tiempos recientes, los grandes poderes económicos han intervenido en este sector, promoviendo una "revolución verde" que, si bien ha logrado una mayor producción agrícola, ha generado consecuencias ambientales negativas.
La introducción masiva de agroquímicos como herbicidas, insecticidas y fungicidas fue presentación como la solución para aumentar la producción y alimentar a la creciente población mundial. No obstante, estos productos han desplazado las prácticas agrícolas tradicionales y han provocado un alto costo ecológico, afectando la salud del suelo y los recursos naturales. Mientras que en muchos países desarrollados su uso está prohibido, en regiones como Sudamérica se sigue utilizando de manera indiscriminada.
Estudios recientes revelan que algunos de los agroquímicos más utilizados, como el glifosato y la atrazina, tienen graves efectos en la salud de las personas y el medio ambiente. Las intoxicaciones agudas por pesticidas afectan a millones de agricultores cada año, especialmente en Asia, África y América Latina. A largo plazo, estos productos pueden causar enfermedades como el cáncer y dañar irreversiblemente los ecosistemas, afectando a especies clave como las abejas y otros polinizadores.
Además de los riesgos para la salud, el avance de la agricultura extensiva con agroquímicos ha provocado una disminución en la biodiversidad, el desplazamiento de agricultores y una mayor dependencia de pesticidas y semillas modificadas genéticamente. Esto ha creado un ciclo perjudicial en el que el uso de estos productos genera la necesidad de más químicos para combatir nuevas plagas y pestes resistentes.
Es urgente adoptar medidas para controlar y regular el uso de agroquímicos, pero también es necesario impulsar un modelo agrícola más sostenible. La agroecología se presenta como una alternativa viable que puede equilibrar la producción a gran escala con la protección del medio ambiente y la salud de las personas.