Permacultura: el cambio hacia una agricultura más sostenible
Esta forma de cultivar revitaliza la agricultura, promoviendo sistemas sostenibles que respetan el medio ambiente y satisfacen necesidades humanas.
La agricultura, esencial para alimentar a una población en crecimiento, enfrenta desafíos significativos debido a su práctica convencional. Esta realidad demanda soluciones innovadoras y sostenibles que no solo garanticen la seguridad alimentaria, sino que también preserven la salud de los ecosistemas.
De acuerdo con la FAO, aproximadamente el 25% de las emisiones que contribuyen al cambio climático provienen de la agricultura. Además, esta actividad es una de las principales causas de la pérdida de biodiversidad, amenazando al 80% de las especies del planeta.
La permacultura surge como una alternativa viable al modelo agrícola convencional, promoviendo un enfoque holístico que reconoce la interdependencia entre la naturaleza y la sociedad. En lugar de agotar recursos y degradar ecosistemas, busca crear sistemas regenerativos que fortalezcan la biodiversidad y fomenten comunidades resilientes.
La permacultura ha sido implementada con éxito en varios proyectos. En Escocia, Ecovillage Findhorn, es una ecoaldea que ha sido ampliamente destacada, pues ha reducido la huella ecológica de cada habitante en un 50% y genera alrededor de 300 empleos en la zona. Esto se traduce en un impacto económico anual de más de 6 millones de dólares en las Tierras Altas de Escocia.
La permacultura, centrada en la armonía entre los elementos del sistema, va más allá de la agricultura convencional. Se basa en tres éticas fundamentales: cuidado de la tierra, cuidado de las personas y participación justa, guiando el diseño de sistemas que respeten el medio ambiente, satisfagan las necesidades humanas y fomenten la equidad social.
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