Ganadería del futuro: carne cultivada en laboratorio
La carne generada en laboratorios no solo destaca por sus ventajas éticas y ecológicas, sino también por su valor nutricional sobresaliente.
La biotecnología ha tomado la delantera en la creación de carne de laboratorio, y en México, la empresa “Forma Foods” es líder en este ámbito. Con una base en la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Tecnológico de Monterrey, esta startup ha estado cultivando carne in vitro durante años, ofreciendo una alternativa ética y respetuosa con el medio ambiente ante la ganadería tradicional.
La carne generada en laboratorios no solo destaca por sus ventajas éticas y ecológicas, sino también por su valor nutricional sobresaliente. Las investigaciones mencionadas en el informe señalan que este tipo de carne contiene menos colesterol y grasas saturadas que las carnes convencionales. Su composición puede ser ajustada para reducir la grasa y mejorar su perfil nutricional, atrayendo así a quienes buscan una opción más saludable en su alimentación.
El potencial de la carne cultivada va más allá de lo que salta a la vista. Su desarrollo podría ser un paso adelante en la seguridad alimentaria global y la lucha contra el hambre. Al prescindir de la crianza de animales, se abriría la puerta a una producción más eficiente y a gran escala, lo que garantizaría un suministro estable de proteínas para todo el planeta.
La ganadería del futuro se vislumbra en la carne cultivada, no solo por su carácter libre de sacrificios, sino también por su uso eficiente de recursos. En comparación con las prácticas ganaderas actuales, esta innovación consume menos agua, espacio, tierra y antibióticos. Forma Foods busca producir carne utilizando solo una décima parte del agua requerida por la cría de ganado bovino convencional.
Este tipo de carne, también conocida como "carne de laboratorio" o "carne cultivada", se origina a partir de células madre aisladas a través de biopsias de animales. Estas células se trasladan a biorreactores, donde se desarrolla el proceso biotecnológico que las transforma en tejido muscular. Bajo condiciones controladas, estas células se multiplican hasta constituir tejido muscular, resultando en un producto que imita la carne tradicional sin los dilemas éticos o ambientales asociados a la ganadería convencional.
El enfoque radica en lograr una experiencia sensorial lo más similar posible a la carne tradicional, garantizando la textura fibrosa y la resistencia al morder. Aunque la carne cultivada se encuentra en una fase de desarrollo y enfrenta desafíos en términos de producción a gran escala, el futuro luce prometedor. Diversos países, incluido México, están invirtiendo recursos en la investigación y desarrollo de esta tecnología, lo que refleja un creciente interés en este revolucionario enfoque de producción de carne.