Granjas ecológicas para un futuro alimentario más sostenible

La creciente inquietud de los consumidores por la salud y el medio ambiente ha generado un cambio de paradigma en los hábitos alimenticios, impulsando la adopción de prácticas más sostenibles. El profesor Alberto Enrique Martín de la Universidad Pública de Navarra destaca el futuro prometedor de las granjas ecológicas, donde el bienestar animal, la superficie de suelo por cabeza de ganado y una alimentación ecológica son prioritarios.

Según el informe 'El mundo de la agricultura ecológica 2022', el mercado global de productos ecológicos experimentó un notable crecimiento, alcanzando los 120,000 millones en 2020 desde los 105,000 millones en 2019.

En este panorama, las granjas ecológicas no solo representan una opción sostenible, sino también una respuesta a un cambio de mentalidad y estilo de vida. Aunque los alimentos orgánicos pueden tener un precio más elevado, el aumento de grupos de consumo refleja una relación de confianza entre productores y consumidores.

El funcionamiento de las granjas ecológicas se rige por un enfoque integral hacia la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente. Estas granjas, comprometidas con el bienestar animal, implementan prácticas que van más allá de la producción convencional. Se prioriza la utilización de superficies de suelo adecuadas para cada cabeza de ganado, garantizando condiciones espaciosas y naturales.

La alimentación, clave en este proceso, proviene de fuentes ecológicas, impidiendo el uso excesivo de antibióticos y tratamientos hormonales. Un aspecto fundamental es la estricta adhesión a normativas nacionales e internacionales que regulan todos los criterios de bienestar, certificando a los consumidores que los productos proceden de una producción genuinamente ecológica u orgánica

El futuro ecológico se vislumbra prometedor. La preferencia de los consumidores por alimentos ecológicos se basa en la creencia de su impacto positivo en la salud y en el medio ambiente. Los expertos proyectan que las granjas ecológicas no solo continuarán creciendo, sino que también contribuirán a revitalizar la economía rural y frenar la despoblación.