Tecnología 4.0 apunta a normas de seguridad alimentaria
Las nuevas tecnologías y dispositivos 4.0 encaminados al cumplimiento de sistemas como HACCP, son cada vez una realidad a la que apuntan los productores de alimentos.
El Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (HACPP, por sus siglas en inglés), conocido ya por muchos años en el mercado de alimentos, es un control sistemático de procesos que permite identificar los puntos de contaminación biológica, física o química en el proceso de elaboración de los mismos.
En el marco de Agrofest 2022, Oberto Irrizarri, director comercial de Suramérica en Mettler Toledo, destacó la importancia de esta herramienta, que a través de la tecnología 4.0 hace posible el monitoreo de cada uno de los procesos de producción alimentaria.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) en Estados Unidos, es la entidad encargada de dar seguimiento a todos los reclamos que hay en los productos contaminados. Por ejemplo: la presencia de algún componente químico no declarado en la etiqueta (gluten, lácteos o soya), aquellos con agentes biológicos (difteria, salmonella o hepatitis) y hasta problemas físicos relacionados por la presencia de plástico, vidrio o metales.
“Todo proceso de manufactura alimentario sea de granos, vegetales, carnes o lácteos, sistematizado por HACPP, hace inspecciones en los puntos de control crítico para detectar a tiempo algún tipo de contaminación y tomar acciones necesarias antes de que el producto sea finalizado”, abundó Irrizarri.
Ante las tendencias de globalización e internacionalización del sector, la Iniciativa Mundial de Seguridad Alimentaria (GFSI, por sus siglas en inglés), fue establecida por más de 400 miembros de multinacionales de 150 países en Bélgica, para eliminar así las inconsistencias en los productos alimentarios.
“De tal forma, esta entidad ha aprobado cuatro estándares basados en HACPP, como una mejora continua en los sistemas de gestión de seguridad alimentaria para garantizar el suministro de alimentos a los consumidores. Y aunque la implementación de estas normas no son una obligación legal, casi todas las empresas transnacionales insisten en que sus productos deben estar certificados con una de ellas para asegurar así las buenas prácticas”, finalizó el ponente.
Si bien la detección de integridad del empaque, la etiqueta incorrecta, la contaminación química o física, el producto faltante y la alta o baja de peso de las mercancías son procesos ya automatizados en la inspección de alimentos, las nuevas tecnologías y dispositivos 4.0 encaminados al cumplimiento de sistemas como HACCP, son una realidad a la que cada vez más, apuntan los productores de alimentos hacia la internacionalización del sector.