Cuatro métodos innovadores para cultivar en las ciudades
El cambio climático ha obligado a reinventar los métodos de cultivo para alimentar a la gran población creciente.
En un contexto global de creciente inseguridad alimentaria, la agricultura urbana se presenta como una clave alternativa para garantizar el autoabastecimiento en las ciudades.
Según la FAO, más de 2 000 millones de personas en todo el mundo sufren inseguridad alimentaria, siendo las mujeres las más afectadas, especialmente en regiones como América Latina. Frente a este desafío, expertos han propuesto la agricultura urbana como una solución viable para fomentar la sostenibilidad y seguridad alimentaria.
Uno de los métodos más conocidos de la agricultura en la ciudad, es el cultivo tradicional en materas, que requiere una atención constante al riego y el cuidado de las plantas. Aunque simple, esta técnica permite un contacto directo con la tierra, brindando a los cultivadores una experiencia educativa y gratificante.
La hidroponía es otra alternativa un sistema en el que las plantas se desarrollan sin tierra, gracias a un sistema de canales que acumulan agua y nutrientes. Este método asegura que no haya presencia de insectos ni plagas, lo que lo convierte en una opción eficiente para quienes buscan controlar el entorno de cultivo sin el uso de pesticidas.
A su vez, la acuaponía se presenta como una técnica aún más avanzada, en la que se combina el cultivo de plantas con la cría de peces. El sistema recircula el agua, ahorrando hasta un 90% de los recursos hídricos y creando un ciclo de nutrientes entre ambos, mejorando la sostenibilidad del proceso.
La implementación de Farmbot, un sistema de agricultura robotizada que automatiza diversas tareas, como el riego y el control de maleza. Esta tecnología facilita la siembra y el seguimiento de los cultivos con mínima intervención humana, lo que reduce el esfuerzo físico y los costos operativos. A través de estos sistemas innovadores, se busca ofrecer soluciones prácticas y sostenibles para las ciudades que deseen abordar el problema de la inseguridad alimentaria desde un enfoque ecológico.
Estos métodos innovadores de cultivo en la ciudad representan una respuesta práctica y sostenible frente a la creciente inseguridad alimentaria global. Además de proporcionar alimentos frescos, estos métodos fomentan la educación, el bienestar social y el respeto por el medio ambiente, convirtiéndose en una herramienta fundamental para el futuro de las ciudades sostenibles.