Cultivos orgánicos: hacia una agricultura y alimentación sostenibles
De acuerdo a una encuesta realizada por el World Economic Forum (WEF) cinco de los 10 principales riesgos económicos en los próximos años, están asociados al riesgo ambiental. Los productos orgánicos no solamente son buenos, sino que además son necesarios en la transición hacia una agricultura y alimentación sostenibles.
“Hace 20 años cuando se hablaba de la energía renovable, se decía que los paneles solares y las energías eólicas eran interesantes, pero que necesitaban ser subsidiadas. Hoy en día, no solo la empresa de automóviles más valiosa del mundo, sino también el emprendedor más rico del planeta, han demostrado que la transición hacia la energía y transporte renovables no solo es más eficiente y rentable, sino muchísimo más impactante” destacó Sebastian Saverys, presidente de Perú Justo y Orgánico.
De acuerdo a una encuesta realizada por el World Economic Forum (WEF), cinco de los 10 principales riesgos económicos en los próximos años, están asociados al riesgo ambiental. Entre ellos destacan el cambio climático, los climas extremos y la pérdida de biodiversidad.
Ante esta situación, surge una interrogante en el sector agroalimentario: ¿Cómo hacer que los sistemas agrícolas se acerquen a las condiciones similares a las naturales? Según los expertos, más allá de un certificado con oportunidades de negocio, los cultivos orgánicos se refieren a la adopción de paradigmas que permitan acelerar este tipo de agricultura y alimentación en la cultura global.
La forma de pensar sobre la agricultura orgánica como más cara y menos productiva, está muy instalada. Sin embargo, hay ejemplos de productores en el mundo, cuyas inversiones han resultado más sustentables que con la agronomía tradicional.
Producción orgánica en el Perú
En el marco de Agrofest 2022, diversos panelistas abordaron el tema desde diversas aristas, coincidiendo en el crecimiento significativo del mercado de productos orgánicos en el Perú.
La normatividad orgánica del país, representa una fortaleza con respecto a otras naciones pues, permite garantizar este tipo de cosechas. De manera que, el potencial con respecto a la producción agrícola orgánica, tuvo un ascenso de 559,704 hectáreas durante 2020 a 594,310 hectáreas en el 2021.
“El café, el cacao, la banana, la quinoa y la castaña, son los principales cultivos orgánicos certificados en el Perú que, ya se exportan principalmente a la Unión Europea, Estados Unidos y Asia. A su vez, el jengibre, el arándano, la uva y la palta están teniendo también, un crecimiento significativo”, señaló Pedro Molina, director de la Subdirección de Producción Orgánica del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA).
En 2020, fue aprobado en el país el sello nacional de producción orgánica de SENASA que como marca distintiva va impreso, en los productos orgánicos tanto para el mercado nacional como internacional. “Ante el crecimiento de este mercado aquellos productores que busquen migrar de la agricultura convencional a la orgánica, deben evitar el uso de agroquímicos además de tener un plan de manejo orgánico para determinado cultivo y, en un lapso de uno a tres años obtienen el certificado”, abundó Molina.
Global G.A.P., Rainforest Alliance y Comercio Justo, son otros tipos de certificaciones que ostentan los principales agroexportadores en el país.
Hacia una agricultura y alimentación sostenibles
Ante la trascendencia de la sostenibilidad y los productos orgánicos en el mundo, existen diversos puntos de vista acerca de este tipo de cultivos y los impactos que pueden llegar a tener.
Sebastian Saverys, abundó que: “En los últimos 70 años, nos hemos acostumbrado a utilizar pesticidas, fungicidas y fertilizantes industriales, que supuestamente las plantas necesitan. Sin embargo, en los últimos miles de millones de años, las plantas han vivido en perfecta armonía con su entorno sin necesidad de estos químicos, lo cual genera un desbalance en el planeta”.
Los productos orgánicos no solamente son buenos, sino que además son necesarios en la transición hacia una agricultura y alimentación sostenibles.
“Nuestro país es rico en biodiversidad, de forma que el número de flora y fauna debe multiplicarse por millones de veces para alcanzar el número de organismos que existen sobre la tierra y así convenir que existe una interdependencia entre nosotros, los cultivos y cada uno de los organismos que los rodean” detalló Paola Dioses, chief investigation officer de Durabilis Fair & Organic.
El suelo y el agua son a decir de los expositores, dos recursos clave para hacer posible que la agricultura tenga una reconexión con la naturaleza.
De acuerdo a Global Water Partnership (GWP), Perú es el octavo país más rico en agua dulce del mundo y el tercero en América Latina después de Brasil y Colombia. Sin embargo, más de 3 millones de peruanos no cuentan con este servicio, mientras que 10 millones de la población, no tiene agua las 24 horas del día.
“Es un reto para la imagen del sector agroexportador, que se pueda visibilizar que en Perú hay una producción sostenible de agua, pues esto genera mayor reconocimiento por parte de los mercados internacionales. El uso sostenible de agua es aquel que es socialmente y culturalmente equitativo, ambientalmente sostenible y económicamente beneficioso”, comentó Carla Toranzo, Latin America and the Caribbean coordinator alliance for Water Stewardship (AWS).
Por su parte, detrás del cambio climático se encuentra el fenómeno del colapso de la biodiversidad y los ecosistemas que por millones de años han asegurado la supervivencia de la humanidad. De manera que, la recuperación del suelo a través de soluciones basadas en la naturaleza (SbN) puede equilibrar una serie de procesos que han generado un desbalance de este recurso.
“Tan solo un estimado del 0.4% del aumento anual en contenido de carbono en el suelo, traería consigo un aumento de retención de agua de 37,000 millones de metros cúbicos de líquido vital y un beneficio de -10% de emisiones de carbono, ahorrando así 600,000 millones en mitigación de carbono durante los próximos 30 años”, concretó Gabriel Quijandría, regional director for South America en International Union for Conservation of Nature's (IUCN).
Sin duda el ascenso en la demanda de este tipo de productos a nivel global, representa una importante oportunidad para el sector agro del Perú. De forma que, a la fecha, entre agroexportadores y pequeños productores, suman en total 100,000 agricultores que producen productos orgánicos.
Este cambio no solo es una oportunidad de negocio, sino un cambio de mentalidad, donde se redefinen la agricultura y la alimentación sostenibles. El uso de tecnologías y conocimiento de los recursos, pueden hacer que la agricultura orgánica tenga una reconexión con la naturaleza que, ante los desafíos actuales, haga posible la seguridad alimentaria y económica.
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