“Semillas robóticas” transforman la agricultura
Estas llamadas semillas robóticas monitorizan el clima para optimizar la producción agrícola y afrontar el cambio climático.
En un notable avance científico que promete revolucionar la manera en que observamos y comprendemos los elementos ambientales en la agricultura, científicos del Instituto Italiano de Tecnología y del Instituto Leibniz en Alemania han introducido las "Acer i-Seed", diminutos dispositivos con la apariencia de semillas de arce.
Inspirándose en las semillas del arce, que se desprenden de las ramas y se dispersan por el viento gracias a sus alas asimétricas, el diseño de las Acer i-Seed imita esta estrategia natural de dispersión para lograr una distribución eficiente en el entorno agrícola.
El funcionamiento de estos dispositivos radica en su capacidad para monitorear de manera eficiente y sostenible factores ambientales como la temperatura del suelo. La composición biocompatible y compostable de las semillas, hecha de ácido poliláctico (PLA) con partículas de lantánidos fluorescentes, permite medir la temperatura sin recurrir a componentes tecnológicos complejos. La fabricación mediante técnicas de impresión 3D garantiza una producción eficiente.
Para implementar las Acer i-Seed, se utilizan drones que replican la altura desde la que las semillas de arce caen. Estos drones lanzan las semillas artificiales sobre el área de estudio, y un sistema de detección y alcance de luz fluorescente equipado en el dron captura imágenes de las i-Seeds una vez aterrizadas.
Este sistema emite luz infrarroja cercana, permitiendo un seguimiento remoto y distribuido de la temperatura del suelo, brindando información valiosa para los agricultores y contribuyendo a la investigación sobre estrategias contra el cambio climático.
Aunque inicialmente se concentran en la temperatura del suelo, el equipo de investigadores planea expandir las capacidades de las Acer i-Seed incorporando partículas fluorescentes sensibles a otros parámetros ambientales, como la humedad, el nivel de CO2 o contaminantes. Este avance promete transformar la agricultura al proporcionar datos precisos y detallados para mejorar la toma de decisiones en el campo y contribuir al desarrollo de estrategias agrícolas sostenibles.