Zanjas de infiltración lideran el camino de la agricultura regenerativa
Conservación del agua, salud del suelo e integración de la biodiversidad son sus tres pilares.
En un mundo donde el cambio climático amenaza la seguridad alimentaria, la agricultura regenerativa emerge como una solución vital. En este contexto, las zanjas de infiltración se erigen como una herramienta esencial en tres pilares: conservación del agua, salud del suelo e integración de la biodiversidad.
Estas zanjas no solo capturan y almacenan el agua de lluvia, evitando la erosión y recargando los acuíferos subterráneos, sino que también mantienen un suministro constante de agua para los cultivos en épocas de sequía.
Un ejemplo de la implementación exitosa de esta técnica se encuentra en el Jardín Botánico Nacional de Viña del Mar, Chile, donde se han construido 30 kilómetros de zanjas de infiltración en colaboración con Coca-Cola.
Cada zanja, después de una lluvia, acumula 2 metros cúbicos de agua, en total, 600 metros cúbicos de agua que se infiltran verticalmente en lugar de fluir horizontalmente hacia el mar.
Alejandro Peirano, secretario técnico ejecutivo de la fundación, explica: "Los diseños de estas zanjas buscan que el agua no corra sino que caigan en esta zanja e inicien un camino en vertical hacia abajo, ya que necesitamos que el agua se quede en el territorio y no se vaya rápidamente al mar".
Estas zanjas también benefician la biodiversidad al proporcionar hábitats adicionales para plantas y animales, contribuyendo así al control natural de plagas y enfermedades, y mejorando la resiliencia del ecosistema agrícola.
En áreas propensas a eventos climáticos extremos, como sequías o inundaciones, tener reservas de agua gracias a las zanjas de infiltración puede ser crucial para mantener la producción de alimentos y reducir la vulnerabilidad de las comunidades rurales.
"Si cada uno de nosotros tuviera una zanja en su campo, casa o jardín, estaríamos colaborando con el agua de toda la gente que vive en este planeta. Repito, es una acción colaborativa, humana y muy protectora del medio ambiente", concluye Peirano.
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