
¿Cómo impactará a México la prohibición del maíz transgénico?
La prohibición del maíz transgénico en México podría generar inflación, afectar la competitividad agrícola y aumentar la dependencia de importaciones, según expertos y opositores.

La reciente aprobación de la reforma constitucional que prohíbe el cultivo de maíz transgénico en México ha encendido las alarmas sobre sus posibles impactos económicos y comerciales. Aunque la medida busca proteger la biodiversidad y los maíces nativos, especialistas advierten que podría generar un aumento en los precios de los alimentos, afectar la competitividad del sector agrícola y profundizar la dependencia de las importaciones de maíz amarillo, principalmente de Estados Unidos.
Uno de los principales riesgos es el impacto inflacionario. Luis Agustín Rodríguez, diputado del PAN, señaló que la prohibición podría encarecer los costos de producción, especialmente para la industria ganadera y de alimentos procesados, que dependen del maíz amarillo transgénico. Esto, a su vez, se traduciría en precios más altos para los consumidores en un momento en que México ya enfrenta presiones inflacionarias.
Además, la medida podría afectar la competitividad de los productores mexicanos. La biotecnología, incluyendo los cultivos transgénicos, ha demostrado ser una herramienta clave para aumentar la productividad por hectárea, reducir el uso de pesticidas y mejorar la resistencia a plagas y sequías. Al prohibir estas tecnologías, México podría quedarse atrás frente a otros países que las utilizan para optimizar su producción agrícola.
Otro punto crítico es la dependencia de las importaciones. México es autosuficiente en maíz blanco, utilizado para la elaboración de tortillas, pero importa más del 40% del maíz amarillo que consume, principalmente de Estados Unidos. Esta dependencia podría aumentar si la prohibición desincentiva la producción local, lo que generaría mayores costos y vulnerabilidades en la cadena de suministro.
Finalmente, la reforma podría generar tensiones comerciales con socios internacionales. El fallo reciente del panel del TMEC, que obligó a México a levantar las restricciones a las importaciones de maíz transgénico, ya evidenció las dificultades para conciliar esta política con los compromisos comerciales del país. Si la prohibición se mantiene, podría haber represalias económicas o disputas legales que afecten las relaciones comerciales con Estados Unidos y Canadá.
Mientras la reforma busca proteger la biodiversidad y la soberanía alimentaria, sus implicaciones económicas y comerciales podrían ser significativas. El debate ahora se traslada al Senado, donde se decidirá si esta medida es viable en un contexto global cada vez más dependiente de la biotecnología agrícola.
