La agricultura desencadena la salinización del agua dulce
El alarmante aumento de la salinidad, impulsado por la actividad humana con prácticas como la agricultura, amenaza los ecosistemas.
La huella tóxica de la actividad humana sobre la Tierra no se limita a las ya conocidas emisiones de gases de efecto invernadero o la acidificación de los océanos. Un reciente estudio, publicado en Nature Reviews Earth & Environment, ha revelado que diversas prácticas industriales, desde la construcción hasta la agricultura, están convirtiendo al planeta en un entorno saturado de sal.
La salinidad, impulsada por el aumento en la producción y uso de sal, desencadena un fenómeno conocido como síndrome de salinización del agua dulce. Esto altera los equilibrios naturales de los iones de sal en los sistemas terrestres, amenazando la vida acuática y terrestre.
Más de mil millones de hectáreas de suelo global están afectadas por esta salinización provocada por el hombre, subrayando la magnitud del problema.
El estudio alerta sobre una "amenaza existencial". La salinidad podría convertir el agua tradicionalmente sin sal en un hábitat inhabitable tanto para criaturas acuáticas como para consumo humano. La eliminación de la sal resulta energéticamente costosa y, paradójicamente, genera salmuera más concentrada que el agua del océano.
El síndrome de salinización del agua dulce es impulsado por actividades como la agricultura intensiva y la construcción. Los expertos advierten que este fenómeno podría superar los límites planetarios, causando daños irreversibles en los sistemas terrestres y acuáticos.
La investigación destaca la urgente necesidad de identificar límites ambientales para los iones de sal y reducir las actividades desencadenantes. Al considerar la Tierra como un organismo vivo, la acumulación excesiva de sal podría equipararse a afectar los órganos vitales o ecosistemas.