La ganadería ha devastado la reserva más grande de Centroamérica
La expansión de la ganadería amenaza a la mayor reserva de Nicaragua, Bosawas, con consecuencias ambientales devastadoras.
La Reserva de la Biósfera Bosawas es la tercera más grande del mundo, su área núcleo es esencial para el Corredor Biológico Mesoamericano. La región alberga 21 ecosistemas y 370 especies de plantas, 215 de aves, 85 de mamíferos, pero la deforestación ha consumido más de 564,000 hectáreas de bosque desde 1987.
En los últimos cinco años, se perdió 92,000 hectáreas debido a la agricultura y la migración. de población. La zona de amortiguamiento, destinada a la protección, ha resultado gravemente afectada, poniendo en riesgo la integridad de la reserva y el Corredor Biológico.
Bosawas, junto con otras áreas protegidas en Honduras, forma el espacio binacional más grande de Centroamérica y es vital para el Corredor Biológico Mesoamericano. Sin embargo, la pérdida de bosque en Bosawa es alarmante. Lo que antes era un denso bosque ha sido reemplazado por campos de cultivo y pastizales.
La zona de amortiguamiento, que debería servir como área de contención, ha perdido el 82.8% de su bosque. Esto plantea serios desafíos para la conectividad del Corredor Biológico y la supervivencia de numerosas especies.
A pesar de las regulaciones que deben proteger la zona núcleo, los cultivos de granos se extienden hasta la misma frontera de esta área. A medida que la deforestación avanza desde el sur, la zona núcleo de Bosawas, el corazón de la reserva se encuentra en peligro.
La UNESCO declaró a Bosawas reserva de la biosfera en 1997, pero la deforestación ha seguido avanzando de manera devastadora. La pérdida de este importante ecosistema amenaza la diversidad biológica y cultural de la región.