Jalisco sustituye cultivos tradicionales por agroindustria
La agroindustria de agave, berries y aguacate, está sustituyendo al cultivo tradicional de maíz y caña.
Desde hace al menos diez años, el Estado de Jalisco, en México, ha sufrido una clara transformación al pasar de los cultivos tradicionales a la agroindustria.
Según datos del Instituto de Información Estadística y Geográfica del Estado (IIEG), la superficie agrícola en la entidad es de un millón 190 mil 442 hectáreas, de las cuales la mitad se dedica a sembrar maíz.
No obstante, la proporción de tierras y los ingresos obtenidos por la agroindustria han modificado el panorama en la región. De manera que, la industria agrícola de agave, berries y aguacate, está sustituyendo al cultivo tradicional de maíz y caña.
“Estas plantaciones están provocando la transformación en el campo por medio, sobre todo, de la renta de parcelas”, explica Carlos González, Abogado Agrario en diferentes estados o regiones indígenas. “La incorporación de tierras ejidales y comunales al régimen de propiedad privada se ha estado dando además mediante la adopción del dominio pleno”, agrega.
Cabe destacar que, Jalisco ocupa el sitio 11 entre las entidades que han inscrito más contratos de enajenación de derechos parcelarios en el Registro Agrario Nacional (RAN), con 14 mil 427 hectáreas. Sin embargo, el sur del Estado se ha inclinado a la renta de la tierra a empresarios, que obtienen contratos por 20 a 30 años para la producción agroindustrial.
“El cambio del uso de suelo en algunas regiones del Estado es preocupante, sobre todo porque hay una supuesta política de autosuficiencia alimentaria del gobierno federal”, destaca Enrique Trejo, Presidente Estatal de Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA) en Jalisco. “Hay campos llenos de agaves que antes estaban dedicados al cultivo de maíz, algo que a nosotros como institución y parte de la banca de desarrollo nos interesa”, añade.
Cifras del RAN detallan que, Jalisco cuenta con 1,464 núcleos agrarios, de los cuales 1,406 son ejidos y 58 comunidades indígenas, en los que hay más de 250,000 ejidatarios, comuneros, posesionarios y avecindados.