Plantas comunes como el ajo, la cebolla y la col pueden ser sumamente dañinas para el ganado e incluso algunas resultar mortales.

En un reciente estudio del Departamento de Medicina y Cirugía Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, se ha destacado la importancia de conocer y evitar la ingestión de plantas nocivas que pueden causar graves daños e incluso la muerte de estos animales.

Entre las plantas más peligrosas se encuentran algunas sorprendentemente comunes, como la cebolla, el ajo y la col, que contienen un componente tóxico capaz de romper los glóbulos rojos y causar desangramiento.

La adelfa, una planta que suele encontrarse comúnmente en los jardines, se destaca como la más letal para las vacas, mientras que las micotoxinas presentes en varios forrajes pueden dañar la salud de los animales, especialmente aquellos en pastoreo. El control de la alimentación es vital, ya que la cebolla, cuando se consume en grandes cantidades, puede ser mortal para el ganado, desencadenando una anemia hemolítica.

Otro peligro se esconde en la alfalfa, que puede causar intoxicación si se suministra de manera repentina en lugar de una dieta pobre. Por otro lado, la contaminación de la cebadilla y los silos de forraje por hongos puede producir micotoxinas, con consecuencias que van desde la infertilidad y abortos hasta riesgos de compuestos cancerígenos en la leche.

Además de estos peligros, existen plantas como las bellotas, el helecho, la cañaheja, la cicuta y otras, que pueden resultar mortales o causar graves daños a las vacas si se consumen en grandes cantidades o de manera frecuente.

Es crucial que los ganaderos estén informados y tomen medidas para evitar que sus animales ingieran estas plantas tóxicas y peligrosas.