La agricultura diversificada es esencial para la seguridad alimentaria
De acuerdo con un reciente estudio preservar la biodiversidad y combinar distintos tipos de cultivos es fundamental para la seguridad alimentaria
Investigadores de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, han revelado un descubrimiento revolucionario tras llevar a cabo un estudio de 18 años sobre las poblaciones de fauna tropical en Costa Rica. Este estudio, publicado en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences', desvela que las granjas más pequeñas que combinan distintos tipos de cultivos, entremezclados con fragmentos de bosque, son esenciales para la conservación de poblaciones de aves dependientes del bosque.
El equipo de investigación, liderado por Nicholas Hendershot, comparó las tendencias de población de aves en tres tipos de paisajes costarricenses: bosques, granjas diversificadas y agricultura intensiva. Los bosques y la agricultura intensiva experimentaron descensos significativos en las poblaciones de aves, con un predominio de especies invasoras en el último caso. Sin embargo, en las granjas diversificadas, se observará un incremento significativo en un subconjunto de especies de aves que normalmente se encuentran en los bosques, incluyendo algunas de gran interés para la conservación.
Este hallazgo demuestra la importancia de mantener la biodiversidad para garantizar la seguridad alimentaria, ya que muchas aves desempeñan un papel crucial en el control de plagas y la polinización de cultivos. Gretchen Daily, directora de NatCap y CCB, destacó que alrededor del 75% de los cultivos en el mundo dependen de polinizadores, y estos son alimentos ricos en nutrientes, como frutas, frutos secos y verduras, que contribuyen a la salud humana.
La investigación también desmitifica la idea de que la agricultura diversificada es menos productiva que la agricultura intensiva, desafiando una suposición reciente. Daily subraya que los paisajes en funcionamiento son esenciales para preservar la biodiversidad y sus beneficios, conectando zonas forestales fragmentadas y proporcionando hábitats.
Costa Rica, una vez aislada por la deforestación en las décadas de 1980 y 1990, se ha convertido en un modelo de éxito al implementar el primer programa de pago por servicios ecosistémicos (PSE) a nivel nacional. Hoy en día, casi el 60% del territorio costarricense está cubierto de bosques, en comparación con el 40% en 1987. El país tiene como objetivo duplicar la superficie de bosque protegido en los próximos años y está desarrollando un nuevo programa de PSE para incentivar. a los agricultores a adoptar prácticas de gestión sostenible.
Este estudio respalda la importancia de las granjas diversificadas en la conservación de la biodiversidad y la seguridad alimentaria, destacando la necesidad de mantener relaciones recíprocas con la comunidad ecológica local. Costa Rica continúa liderando en la promoción de prácticas sostenibles que benefician tanto a la naturaleza como a la sociedad.